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En este caso, les ha tocado a las terapeutas ocupacionales.
La alimentación es una de las actividades básicas de la vida diaria más importante. Cuando la alimentación no se desarrolla tan eficiente como debería, lo que deberían ser sentimientos de alegría y momentos de interacción, se convierten en asco, tristeza o enfado.
Por ello, el primer paso es identificar y evaluar los factores que influyen en las dificultades de alimentación para poder intervenir de forma temprana y eficaz. Un correcto abordaje requiere la colaboración de los diferentes profesionales, que atiendan de manera conjunta los factores médicos, sensoriomotores y socioculturales, al igual que la participación de la familia.
Es importante recordar que cada niño/a es único, por lo que su intervención también lo será.
Sin embargo, una cosa tenemos clara, ¡CON LA COMIDA, SÍ SE JUEGA!🍓🍦🍝🍟