Los libros con pictogramas se han consolidado como una herramienta fundamental en el apoyo al desarrollo del lenguaje y la comprensión lectora de las personas con TEA. Estos materiales combinan texto con imágenes visuales claras y estructuradas, lo que facilita enormemente la comprensión de mensajes, relatos y situaciones cotidianas.
Una de sus principales ventajas es que respetan y se adaptan al estilo de aprendizaje visual característico de muchas personas con TEA. Los pictogramas actúan como anclajes visuales que ayudan a anticipar y comprender el contenido del texto, reforzando el significado de las palabras y fomentando la adquisición de vocabulario.
Gracias a esta estrategia, se mejora la atención, se reduce la ansiedad ante el lenguaje escrito y se potencia la autonomía comunicativa.
Además, estos libros favorecen el desarrollo de habilidades narrativas y la secuenciación de acontecimientos, aspectos que suelen presentar ciertas dificultades en nuestro alumnado. Al ofrecer una estructura visual clara, permiten seguir el hilo argumental de las historias de forma más sencilla y predecible.
También tienen un importante valor inclusivo: Permiten a alumnos con TEA participar en actividades de lectura compartida en entornos escolares, familiares y terapéuticos, promoviendo su integración y participación activa.
En definitiva, los libros con pictogramas no solo facilitan la lectura, sino que abren una puerta a la comunicación, la comprensión del mundo y la inclusión de las personas con TEA.